Mientras la fiebre del Pokémon Go ha calado entre todos nosotros, la aplicación tiene acceso a todos nuestros datos personales. Millones de datos quedan almacenados en los servidores, aún cuando el usuario se da de baja.
Así es, el Boom del Pokémon Go ha llegado a nuestro país, y no sé si somos conscientes de la política que hay detrás. ¿Cuáles son los permisos a los accede la aplicación?
El primer punto a tener en cuenta es la ambigua política de privacidad, ese elemento que casi nadie, por no decir nadie lee al clicar y aceptar sin más. Veamos, como he apuntado al principio del artículo toda la información que a continuación detallaremos queda almacenada en los servidores, aunque en un futuro des de baja la cuenta, la información seguirá siendo transferida y utilizada. Como si de lo anterior fuera poco, en los términos del servicio se detalla que los datos personales recabados podrán ser compartidos con terceros en casos de investigaciones y análisis, perfiles demográficos y otros similares. Y que también serán compartidos con los gobiernos o Agentes de la ley si por procedimiento judicial se requiere.
¿ A qué datos nos estamos refiriendo?
- Información personal: Conocen tu nombre, tu actividad en la aplicación en todo momento, tu país de residencia, tu idioma. Además de, la dirección IP, el tipo de navegación, el sistema operativo, las páginas que el usuario visitaba antes de acceder al servicio, los sitios web que visita actualmente y el tiempo que permanece en los mismos.
- Geolocalización: Para poder cazar los Pokémons es necesario que mantengas el GPS encendido en todo momento, creando así un mapa detallado de todos y cada uno de tus movimientos.
III. Contactos: La aplicación tiene acceso a todos nuestros contactos. Generando enormes bases de datos que pueden ser transferidas y vendidas al mejor postor.
En otros ámbitos, como es el caso de las Redes sociales o las webs de consumo ya se lucran con nuestros datos e informaciones que de ellas se puede extraer. ¿Pero la utilización de estos datos es legal? Las grandes empresas están consiguiendo tener a toda la sociedad controlada estudiando sus patrones de actuación, hobbies, actuaciones, para así acrecentar sus ingresos. No sólo la transferencia de informaciones es una nota alarmante, ¿qué sucede cuando un Pokémon se cuela en las propiedades privadas, en tu farmacia, el hospital, domicilio, iglesia?
La aplicación cuenta con detractores y defensores, por una parte hay locales que están encantados con la publicidad que les brinda Pokémon, pero por otro, hay mucha población indignada que considera que supone una violación a su privacidad. Y así es, un elemento Pokémon no puede acceder dentro de una farmacia, una vivienda o un gimnasio.
La utilización de la aplicación por los usuarios colinda con la legalidad, produciendo en ocasiones un ataque a los derechos de otros ciudadanos. Por ejemplo:
- Si fotografías a una persona sin su consentimiento y la fotografía queda colgada en la aplicación estás incurriendo en un delito de violación de la intimidad y de la propia imagen.
- Si fotografías propiedades privadas, por ejemplo el jardín de una casa estás incurriendo en un delito de allanamiento de morada.
- Si utilizas la aplicación mientras vas conduciendo incurres en un delito de seguridad vial.
¿Hasta dónde va a llegar la fiebre del Pokémon Go? ¿Qué quebraderos de cabeza nos va a traer en estas próximas semanas? ¿Estamos dispuestos a entregar nuestros datos privados a una empresa para que los utilice con fines lucrativos y de control?